viernes, 8 de julio de 2011

Entender la música no es suficiente, somos humanos.

Os dejo el artículo de Juan Ramos, un bloguero que ha explicado a la perfección una noticia relacionada con la música, su percepción y el valor añadido que nos hace reaccionar junto con la masa, no como individuos. Está muy interesante, es muy recomendable su lectura.


El mejor violinista del mundo tocando en el metro y el valor añadido

En el año 2007 se llevó a cabo un curioso experimento. Colocaron a Joshua Bell, uno de los más importantes violinistas actuales, junto con un violín Stradivarius de 1713 en una boca del metro de Nueva York, en hora punta.
Durante su concierto en el metro que podéis ver resumido en el siguiente video y que duró unos 45 minutos, apenas nadie fue capaz de distinguir la excepcionalidad de lo que estaba sucediendo a pocos metros de distancia, a pesar de que la música llegaba con toda su intensidad a sus oídos.
Calculan que llegaron a pasar por delante de él más de mil personas, 27 le dieron dinero y sólo cinco se pararon a escucharlo durante apenas unos minutos.
Joshua Bell, apenas unos días antes, había llenado el Boston Symphony Hall donde cada asiento costaba 100 euros.
El objetivo era calibrar el gusto artístico del ciudadano Neoyorquino, comprobar cuanta gente era capaz de distinguir entre un músico callejero y uno de los más importantes concertistas del momento. Pero evidentemente son muchas más las lecturas que pueden hacerse de esto.
Tu música no va a percibirse igual si suena en un sitio o en otro, y no me refiero a la acústica. Es importante que la gente se crea de antemano que lo que va a escuchar tiene valor.
Recuerdo un año en el que estuve colaborando en la venta de camisetas para una ONG en medio de la vía pública. Era curioso ver como la gente se acercaba cuando veía a más gente interesada y como ocurría lo contrario cuando no estaba nadie parado delante de nosotros. Al final la ONG decidió usar a voluntarios en forma de cebos para atraer a la gente, algo que la industria del marketing lleva tiempo haciendo.
Imaginaros esta situación: nos encontramos ante dos escenarios diferentes en los que aún no han salido los músicos a tocar. Contemplamos como en uno hay una multitud considerable de gente esperando, en el otro nadie o unas pocas personas desperdigadas. Sólo podemos escoger ir a uno, ¿a cuál iríamos? Quizá alguno de nosotros tenga un espíritu rebelde y vaya al concierto minoritario, pero lo habitual si uno no dispone de más información es ir donde ve más gente. Pero realmente la pregunta que quiero hacer no es esa. Imaginad ahora que los músicos y las canciones que tocan en un sitio y en otro son exactamente las mismas y tanto los artistas como los temas son inéditos. ¿La percepción de cada una de las canciones va a ser la misma? Pensad que repercusión puede tener la música en ambos escenarios tanto si esta es mediocre, buena o excepcional. Ese es el valor añadido.

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